Voladas; vientos, un cajón en medio de la nada pregona libertad siendo que esa es su libertad. Montañas ilusamente creen que se controlan. Viejos vientos son, quizás más cálidos. En una de esas, pasan limpiando el rastro de hojas caidas en otoño. Todo teclado que se atreva a escribir esto no controla su desgaste de energía, solo cumple con su deber. Las carreteras son extrañas, después de todo no sabes cuando te deprimirán. Un auto tras otro lanzando nubarrones de smog, nublando las miradas objetivas, haciendo parecer más opaca la ciudad. No saber como controlar eso, y pensar en que después del otoño no viene primavera sino invierno, desgasta la débil humanidad mental. Cada cosa tiene su función, quizás mi función no es quedarme aquí escribiendo esto.
Adioses
Hace 5 años
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